Las viviendas particulares pueden necesitar un sistema para controlar y gestionar automatismos de acceso compartido, como verjas o puertas de garaje, ya sea para el acceso de usuarios recurrentes u ocasionales (invitados, jardineros, canguros, etc.).
Caracterizados por un gran flujo de usuarios, estos espacios necesitan gestionar el acceso de personas y vehículos o la prestación de servicios, según ciertas normas específicas basadas en el perfil del usuario (por ejemplo, acceso temporal, uso de pago, suscripción, etc.).
Los entornos de trabajo, como empresas, oficinas públicas o privadas u obras de construcción, necesitan gestionar el acceso temporal o continuo de personas o vehículos (acceso a aparcamientos, garajes, vías reservadas, carga/descarga de mercancías).
El uso de etiquetas en los contenedores permite una gestión inteligente de los residuos y el seguimiento de los servicios. El seguimiento mediante etiquetas también puede afectar a los animales o al registro de activos verdes por parte de las administraciones públicas.
La tecnología RFID puede utilizarse para controlar la entrada y salida de mercancías, simplificando la carga y descarga en el almacén, hacer un seguimiento de los productos acabados e identificar de forma única un molde o un elemento determinado en una producción industrial.